Utiliza subtítulos:Los subtítulos son tus amigos. Son buenos para el SEO y te ayudan a introducir un aviso de lo que está por venir. Deben ser atractivos e informativos.
Usa negritas, cursivas y subrayados:Estas 3 opciones son formas de destacar texto que facilitaran el acto de asimilar de un texto al lector. Todo escritor quiere que el lector abandone su web habiendo aprendido cosas, o al menos recordando algo de lo leído. Gracias a las negritas, las cursivas y el subrayado estarás más cerca de lograrlo.
Intercala fotos que sinteticen el contenido:Es evidente que apoyar el texto con imaginativas y evocadoras fotos te ayudará a retener a tus visitantes. Y si además consigues ofrecer una imágen que consiga sintetizar el contenido que intentas explicar mejor aún.
Utiliza frases y párrafos cortos:En español tenemos la manía, y por desgracia me debo incluir en el saco, de escribir frases larguísimas. Esto complica la lectura y facilita la pérdida del hilo conductor al lector. Escribir sin rodeos es una virtud.
Justifica tus textos:Un texto justificado es un texto ordenado, en donde los bordes del lateral derecho de la página no están escalonados, sino alineados. Justificar los textos es uno de los principios básicos que más gente se salta.
Utiliza colores que resalten, pero no choquen:El contraste de colores es esencial para que la legibilidad de una web sea adecuada.
Guárdate algo útil o mágico para el final:Esto a veces no resulta fácil, ya que normalmente, toda la pólvora se tira al principio. Sin embargo es una estrategia útil.
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